La definición de Resiliencia según la RAE es la siguiente:

“Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un 

estado o situación adversos.”

Se considera una de las habilidades soft o blandas y está muy relacionada con la inteligencia emocional de la persona. En mi opinión es una de las habilidades imprescindibles para un buen líder, la resiliencia es la capacidad que tiene una persona para enfrentarse con éxito a unas condiciones de vida sumamente adversas.

En el trabajo, más aún en los entornos actuales plagados de inseguridad, incertidumbre y más cambiantes que nunca, la capacidad de resiliencia de cada uno será clave para adaptarse a los nuevos escenarios a los que nos enfrentamos.

¿Qué necesitas para ser una persona resiliente?

Gestión de emociones: Conocer las emociones y saber qué te indican es imprescindible para superar las situaciones de una manera más rápida y eficiente y no caer en el estrés.

Flexibilidad: La capacidad de adaptarse a las nuevas situaciones, saber reaccionar y cambiar el rumbo si es preciso. No perder de vista tu propósito, pero sí encontrar una nueva manera de conseguirlo.

Apoyo: En ocasiones se considera que si una persona pide ayuda es porque es débil, nada más lejos de la realidad. El apoyo en otro profesional o la delegación eficaz hace que tus respuestas sean más efectivas y te permite dedicarte a lo que realmente es importante.

Autoestima: Las personas resilientes tienen una gran confianza en sí mismas y en sus decisiones, son conscientes de sus fortalezas y sus áreas de mejora. Tienen un alto autoconocimiento de sí mismos y saben cómo potenciarse.

Ven las situaciones adversas como un reto: Cuando en la vida nos surge una situación adversa podemos decidir afrontarla de 4 maneras diferentes:

En función de tus aptitudes, si piensas que tienes suficientes para afrontar la situación que ha surgido, y de si tu actitud es positiva frente al cambio, asumimos que la nueva situación es una oportunidad de crecimiento, un RETO. En cambio, cuando pensamos que no somos capaces, que no contamos con los recursos necesarios y además nuestra actitud frente a los cambios es negativa, entonces lo veremos como una amenaza que nos obliga a salir de nuestra zona de confort. Existen otras dos opciones, pensar que tenemos los recursos y las aptitudes necesarias y no atrevernos a afrontar la situación (en esta situación tenemos una actitud cobarde) y, por último, saber que no contamos con lo que necesitamos para superar la situación y aún así decidir afrontarla (sería actuar de manera kamikaze).

Creatividad: Explora diferentes caminos, como dijo Einstein: “Si buscas resultados diferente cambia la acción”. No caigas en tus creencias limitantes y abandones una idea antes de explorarla completamente. En muchas ocasiones abandonamos antes de empezar porque alguien nos dice que ese proyecto es inviable, o porque nosotros mismos pensamos que no somos capaces de hacerlo. Explora la idea hasta el final, analiza sus fortalezas y qué consecuencias positivas y negativas tiene antes de desecharla.

Afrontar las situaciones con una actitud positiva, no quedarnos en la queja, buscar siempre una solución y ser capaces de reinventarnos cuando sea necesario son las claves para avanzar cuando nos encontramos con dificultades en la vida, tanto en el entorno profesional como en el personal.

La actitud con la que nos enfrentemos a dicha situación marcará la diferencia entre decir:

“Esto no lo voy a poder superar” ó “Esto no lo he escogido, pero voy a ver cómo puedo superarlo”

¿Y tú?:

  • ¿Cómo te enfrentas a las situaciones de crisis?
  • ¿Qué te hace falta para ver esas situaciones como un reto?

Recuerda: Tiempos de crisis = Tiempos de oportunidad

Si necesitas apoyo para enfrentarte a esa situación que sientes que no te deja avanzar, ponte en contacto conmigo.

Puede que también te guste...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *